La Biblia registra que Jesús hizo varios diálogos.
En Juan 3 vemos que un líder judío, Nicodemo, fue a hablar con Jesús y que empezó su conversación elogiándolo:
Juan 3.2 “Este fue de noche a visitar a Jesús. Rabí – le dijo -, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.”
¿Qué aspiraba Nicodemo con aquella conversación?
¿Pensaba él en obtener una posición de prestigio?
Jesús le respondió:
“ De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios” Juan 3.3
Nicodemo estaba recibiendo las respuestas a sus preguntas.
Jesús dijo que el hombre debe nacer del agua y del espíritu para entrar en el reino de Dios.
Jesús le dijo que los rituales judíos que él conocía no lo salvarían, sin embargo el agua, por medio del bautizo, que era la demonstración de la fe en Cristo, por medio del cual él estaría testificando que se moría para el pecado y nacería para una nueva vida.
¡Los rituales que Nicodemo conocía no lo llevaría al reino de Dios, pero el nacimiento por medio de Cristo, sí, lo haría!
Esta es una invitación para que Ud. también venga a nacer de nuevo por medio do conocimiento de la Palabra de Dios y de la entrega de su corazón a Jesús.
Que Usted y yo podamos colocar a disposición a nuestras almas, a tal punto de poder conocer a Dios y de no escuchar hablar de Él, pero de caminar con Él.
Gracia de Oliveira
Traducción: Lilia Maria Raus
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